Pereza

UNO

El CIC (1023) y 1 Juan 3:2 nos enseñan que el Cielo significa principalmente ser como Dios por gracia y la práctica de la virtud. Dios creó a cada persona para este alto llamado. La única forma en que no lo alcanzarás es si no quieres y te niegas a hacer tu parte.

El pecado capital de la pereza o acedia es tener una aversión a esta alta vocación.

A. La pereza es una tristeza o aburrimiento con la vida espiritual. Es aburrirse con las cosas de Dios lo que resulta en una apatía espiritual o complacencia. Esto es cuando no te gustan las cosas espirituales como la oración, erradicar el vicio y practicar la virtud y hablar de Dios y las cosas últimas como el cielo, básicamente de todo lo que más importa.

B. Da como resultado el esfuerzo de escapar de la invitación de llegar a ser como Dios a travésdel ajetreo, la adicción al trabajo, el entretenimiento, las noticias, los deportes, la embriaguez,el consumo de drogas, la pornografía o el sexo.

DOS

Hay dos síntomas de la pereza:

Un. Ajetreo

B. Distracción también conocida como ociosidad

Ambos son una especie de inquietud. Cuando estás inquieto significa que no eres una paz con el estado de tu vida que se supone que es una imagen de Dios destinada a la gloria, para convertirte en un santo. Y si no estás en ese camino vas a estar inquieto.

La forma en que te enfrentas a estar inquieto es que tratas de quitar tu mente de ella, ya sea por el ajetreo o la distracción o el entretenimiento (atracones de Netflix o la necesidad constante de nuevas experiencias a través de los viajes)

TRES

Dos antídotos contra la pereza

A. Descansa o quietud para reenfocar tu perspectiva en el propósito de la vida: la unión con Dios y convertirte en un santo. Descanso, Silencio y Quietud para pensar y recordar las cosas últimas: el propósito de la vida, la unión con Dios, que esta vida termine en muerte, esta vida es solo un pasaje a nuestra verdadera patria, el Cielo. Recordar el gran amor de Cristo y de Dios Padre por nosotros y pensar en su vida presentada en el Evangelio.

B. El segundo antídoto es que debemos separarnos: tomar un descanso de llenar nuestro placer de los sentidos de la vista, el sonido, el gusto, el aroma y el tacto. No tenemos hambre espiritual porque estamos llenos hasta las branquias con el llenado de los deseos del cuerpo. Necesitamos ayunar de alimentar los deseos del cuerpo para crecer en nuestro hambre espiritual.

Dos antídotos para la pereza:

· Descansa para volver a enfocarte en el propósito de la vida

· Desapegarse o ayunar de los placeres corporales para crecer espiritualmente hambrientos

CUATRO

Una regla de vida ayuda a conquistar a la pereza

· Ayuda a las personas perezosas a hacer lo que deben

· Evita que las personas ocupadas hagan lo que no deberían hacer

Una regla de vida es un plan, una estrategia, un horario o una estructura, como quieras llamarlo, para ayudarte a obtener las cosas buenas que necesitas cada día para ser feliz. Me gusta llamarlo una receta para la vida.

Toda receta necesita

· Los ingredientes adecuados

· En su correcto orden

· Y proporción correcta

Los ingredientes para ser feliz y estar plenamente vivo...

· Necesidades físicas: sueño, comida, agua, refugio, café

· Amistad con Dios, a través de los sacramentos y la oración

· Relaciones con familiares y amigos

· Logro a través de un trabajo significativo dentro y fuera del hogar. El trabajo significativo no se limita a un trabajo. El trabajo es cualquier forma en que hacemos el bien para el mundo y para los demás. Recuerda las OBRAS corporales y espirituales de misericordia. ¿Qué tal pasar tiempo con alguien que está solo?

· Conocimiento

· Belleza

CINCO

Una ayuda muy práctica para superar la pereza son los amigos que buscan la grandeza y la santidad, porque las personas con las que pasamos el rato tienden a contagiarnos.

Primero debe tomar la decisión de ser este tipo de amigo para los demás, especialmente para aquellos que ya están en nuestra vida.

· Comprométete con la meditación diaria y la práctica de la virtud para que puedas ser una mejor persona para los demás.

· Luego toma la decisión de estar más agradecido, lleno de alegría y esperanzado porque todos quieren estar cerca de ese tipo de persona.

Los amigos que nos ayudan a la santidad son difíciles de encontrar. Se necesita la iniciativa y un esfuerzo de nuestra parte. Ora al Espíritu Santo para que te guíe a amigos santos.

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