Fe viva vs muerta

UNO

Fe muerta o una fe viva.

La fe muerta es cuando decimos que creemos en Dios y Jesús y en las diferentes cosas del catolicismo, pero en realidad estas son solo ideas abstractas, no realidad concreta. Y debido a que son solo ideas y no realidad, no las tomamos en serio y no las aplicamos a nuestra vida. No vivimos nuestra fe. No es una fe viva.

Hasta que el Dr. Mike Scherschligt tenía 22 años tenía una fe muerta. Él creía en Jesús y en las cosas de la Iglesia Católica, pero eran sólo ideas. Pero no vivió como si fueran verdaderas.

Luego se enteró de que María había estado apareciendo en todo el mundo en lugares como Lourdes y Fátima y que se informó que estaba apareciendo en este momento en Medjugorje. Él dijo: "Espera un minuto. Si María es real, entonces Jesús es real, entonces todo lo relacionado con el catolicismo es real. Oh hombre, necesito cambiar. Necesito vivir de acuerdo a la realidad".

DOS

Mira, eso es lo que sucede. Creemos en Dios, pero es solo una idea, y no vivimos nuestras vidas como si fuera real porque tendemos a perder la sensación de que algo es real cuando no podemos experimentarlo concretamente a través de nuestros sentidos de la vista, el oído o el tacto. Conocemos ideas pero no podemos tocarlas, así que no estábamos seguros de que sean reales. Pero una realidad tangible es algo que podemos ver, tocar y sentir.

La imagen milagrosa de Nuestra Señora de Guadalupe en México, el Milagro del Sol presenciado por 70,000 personas en Fátima, la aparición de María en Zeitoun Egipto vista por 1 millón de personas simultáneamente y capturada en video, estas cosas traen nuestra fe a lo concreto, a la realidad. Y si Jesús y María son reales, entonces necesitamos vivir nuestras vidas de acuerdo con la realidad, por lo que Jesús nos enseña. Esa es una forma en que pasamos de una fe muerta de ideas abstractas a una fe viva basada en una realidad tangible que experimentamos que es real en lugar de solo saber que es real por ideas.

TRES

La fe muerta es aprender las ideas del catolicismo sin experimentar que son reales. Necesitamos salir del reino de las ideas y entrar en el reino de la realidad. Para ello necesitamos un catalizador. Para algunas personas ver que el orden en el universo es inexplicable a menos que ese orden haya sido arreglado por Alguien los lleva de las ideas a la realidad. Para otros ha sido la respuesta concreta a una oración que les dio la experiencia de la realidad de Dios. Si alguna vez has estado con un ser querido cuando murió, esta puede ser una experiencia poderosa de la realidad de que el alma es real, es inmortal, continúa y sigue viva incluso si su cuerpo está muerto. Muchas personas cuando van en peregrinación a Tierra Santa y ven y tocan los lugares físicos de la vida de Jesús, cuando entran en la tumba vacía o colocan su mano en el lugar donde nació Jesús, lo consiguen, esto no es solo una idea, es real. Y entonces su vida cambia. Los Milagros Eucarísticos que puedes ver con tus propios ojos son manifestaciones concretas de las verdades abstractas que creemos, pero que no parecían reales hasta que las experimentamos y una vez que las experimentamos como reales, cambia nuestra vida, porque queremos vivir en la realidad.

CUATRO

¿Cómo podemos pasar de una fe muerta a una fe viva?

Pasar de una fe muerta a una fe viva puede ayudar a experimentar una manifestación concreta de la idea abstracta que profesamos. Una aparición mariana, peregrinación a Tierra Santa, aprendizaje de los milagros eucarísticos... Estas experiencias ayudan a concretar las ideas abstractas. Una vez que vemos algo como concreto y real, entonces somos más propensos a vivir de acuerdo con esa realidad. Pero entonces necesitamos cultivar una conciencia de esa realidad porque se desvanecerá de nuevo en el reino de las ideas si no lo hacemos. Cultivamos una conciencia de la realidad espiritual hablando con Dios en oración, leyendo la vida de los santos... ¿Cuáles son otras sugerencias prácticas???

CINCO

Experimentar reuniones públicas de fe puede ser un poderoso catalizador para una fe viva.

El Icono de Nuestra Señora de Czestochowa vive en un monasterio de la ciudad con el mismo nombre en Polonia. Cada noche, 1000 personas locales vienen a la Iglesia para cantar buenas noches a Nuestra Señora antes de cerrar el icono. Ver a esta enorme multitud de personas que vinieron libremente debido a su amor por María fortaleció nuestra propia fe.

Cuando vemos a otras personas viviendo la fe concretamente, puede ayudarnos a darnos cuenta de que el cristianismo no es solo una idea abstracta, sino una realidad.

Ya sea en la intensidad de la expresión, como es el caso de un mártir o un santo o en la cantidad de la expresión, como una reunión masiva de fieles.

Las personas que vieron la intensidad de la fe de un mártir que da su vida por Jesús dicen: "Vaya, Jesús no era solo una idea para ellos, era tan real que estaban dispuestos a morir". Y esa expresión concreta de fe les ayuda a creer también que Jesús es real.

Aquellos que conocieron o vieron la intensidad de la fe en San Juan Pablo II o en la Madre Teresa se sintieron conmovidos por esta experiencia al comprender que Cristo era real y que su propia fe estaba animada.

Esto puede suceder no solo a través de la intensidad sino también de la cantidad.

Muchas personas que experimentaron la Jornada Mundial de la Juventud experimentaron una conversión cuando vieron a esta enorme masa de personas que realmente creían que el cristianismo era real.

Así que cuando vemos a otras personas viviendo la fe concretamente, ya sea en intensidad como en el caso de un santo o mártir, en cantidad, como la Jornada Mundial de la Juventud, nos ayuda a ver que Jesús no es solo una idea sino una realidad y nuestra fe se fortalece.

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