¿Eres perfectamente feliz?
UNO
¿Eres perfectamente feliz?
"Sí. Espera, no. ¿Espera, espera? No estoy seguro. Realmente no lo he pensado". Bueno, el primer paso es examinar la vida de uno para ver si estamos viviendo bien. Pero, ¿cómo sé si realmente estoy viviendo bien? ¿Son mis prioridades correctas y estoy viviendo de acuerdo con mis prioridades? Comencemos con lo que todas las personas quieren: felicidad. La felicidad es poseer las cosas buenas que completan o satisfacen nuestra naturaleza humana. Somos criaturas complicadas que necesitan muchas cosas buenas para estar satisfechos y felices. Necesitamos una jerarquía de cosas buenas, tres niveles de cosas buenas:
1. Bien Divino – Unión con Dios, participación en Su Vida por medio de los sacramentos, la oración y la práctica de la virtud.
2. Bienes humanos:
un. Bienes físicos (alimentación, vivienda, salud, seguridad, ejercicio, descanso)
b. Bienestar psicológico
i. Orden, certeza, estabilidad
ii. Variedad / Incertidumbre, oportunidad de cambio y crecimiento
c. Amistad – Amor y aceptación con otras personas
d. Conocimiento – verdad
e. Logro / Trabajo significativo / Contribución / un sentido de que somos necesarios y útiles
f. Belleza
3. Bienes instrumentales – Estos son medios para bienes superiores y no fines en sí mismos
un. Proteínas y carbohidratos – café – porque necesitamos nutrición...
b. Dinero, poder, buena reputación como medio para los bienes superiores
DOS
Para recibir todas las cosas buenas que necesitamos para ser felices, hay una herramienta realmente útil, se llama Regla de Vida, San Benito la popularizó. Es un horario, una estrategia, una receta, como quieras llamarlo para vivir una vida equilibrada y ser feliz.
1. Necesidades físicas
un. Dormir 6-8 horas / día
b. Higiene personal 30 min/día
c. Comer 2 horas / día
d. Ejercicio 30 min 3-5 días/semana más el viaje al gimnasio si es necesario = 1hr
2. Amistad con Cristo
un. 30 min/día en Meditación/Rosario
b. Frecuentemente la Eucaristía y la Reconciliación
3. Relaciones humanas/amistad
un. 30 minutos de tiempo de calidad con el cónyuge / día
b. 30 minutos de tiempo de calidad con niños / amigos
4. Trabajo significativo 8-10 horas / día
un. En el hogar o fuera
b. 1 hora para su viaje diario
5. Conocimiento - Aprende sobre lo que te interesa
6. Experimenta la belleza en sus múltiples formas
TRES
Nuestro problema
· Tenemos demasiado de algunos ingredientes
· Muy poco de los demás
· Y en algunos casos, los ingredientes equivocados
Aquí es donde debemos examinar nuestra vida honestamente:
¿Tengo los ingredientes correctos en mi vida?
¿Pongo primero lo primero y lo segundo lo segundo? Te lo haré simple. Dios es primero y todo lo demás es segundo.
¿Hago suficiente tiempo para cultivar una amistad íntima con Dios a través de la meditación diaria, la recepción frecuente de la Eucaristía y la Reconciliación?
¿Cómo me va con los bienes humanos? ¿Estoy durmiendo lo suficiente, comiendo lo que es bueno para mí, haciendo ejercicio regularmente...?
¿Tengo un trabajo significativo? ¿Estoy trabajando demasiado o muy poco?
¿Qué relaciones ha puesto Dios en mi vida y cómo las evaluaría, y qué podría estar haciendo mejor en esas relaciones?
CUATRO
Dado que somos maestros del autoengaño, debemos hacer una autoevaluación honesta y luego compartirla con alguien en quien podamos confiar.
El estándar en nuestra propia cabeza no es suficiente. Puede pensar que tiene un gran sabor, pero siempre es mejor dejar que alguien más pruebe el plato también.
Siéntate con alguien que parece tener las prioridades correctas en la vida y dile: "Bueno, ¿qué piensas?"
Idealmente, este sería su director espiritual o al menos alguien que conozca el verdadero propósito de la vida y cómo lograrlo; pero también alguien que te conoce y será intrépidamente franco contigo.
Con suerte, es alguien a quien puedes volver periódicamente para hablar de tu vida porque estamos cambiando constantemente y, con suerte, creciendo. Entonces, ¿con quién compartirás esto?
CINCO
Para la mayoría de nosotros, este proceso de vivir bien de tener nuestras prioridades correctas y vivir de acuerdo con esas prioridades comienza por deshacerse de las cosas que no pertenecen allí.
Aquí es donde Jesús dijo: Si tu mano derecha te hace pecar, córtalo. Es mejor entrar al cielo con una mano que ir al infierno con dos. Si tu ojo derecho te hace pecar, es mejor arrancarlo. Es mejor entrar al cielo con un ojo que ir al infierno con dos.
Todos tenemos hábitos pecaminosos. Cosas que habitualmente pensamos, decimos o hacemos que están arruinando nuestra felicidad, arruinando nuestra receta.
Identifique esos hábitos pecaminosos, así como las rutinas o desencadenantes u ocasiones que nos llevan al pecado. No es suficiente obtener las malas hierbas, también tenemos que obtener las raíces.