Confianza en Dios

UNO

Se nos dice que debemos entregar todo a Dios y confiar en Él. Pero ¿qué significa eso?

Está captado por cuatro palabras en el Padre Nuestro; “Hágase tu voluntad”.

Confiamos en Dios cuando hacemos Su voluntad.

Podemos dividirlo en cinco partes:

Confiar en Dios significa primero hacer que nuestra prioridad sea pasar tiempo en amistad con Dios a través de la meditación diaria. Tomarse el tiempo para leer o escuchar la Palabra de Dios que nos llega en las Escrituras, los Santos y la Iglesia.

Luego piénsalo para confirmar tu forma de pensar a la manera de Dios.

Luego haga una resolución simple y concreta para poner en práctica la manera de pensar de Dios.

Si no hacemos esto entonces estamos confiando en nosotros mismos y no en Dios porque queremos nuestra voluntad y no la de Él.

DOS

Con demasiada frecuencia hemos predeterminado lo que queremos y oramos para que Dios lo haga a nuestra manera.

En cambio, debemos ir a Jesús incondicionalmente desapegados del resultado. No estamos apegados a nuestros planes. Sólo queremos la voluntad de Dios. Pregúntale qué quiere para nosotros o quiere que hagamos. Luego déle suficiente tiempo para responder. Menos tiempo para cosas pequeñas y más tiempo para cosas más grandes.

La confianza en Dios requiere pedir con apertura, escucha y paciencia incondicionales.

TRES

La confianza en Dios no es una excusa para la pereza o la irresponsabilidad.

Confiar en Dios significa que usamos los dones que Dios nos dio para hacer aquello de lo que somos responsables, cumplimos con nuestros deberes.

Pero no vamos más allá de nuestras zonas de responsabilidad, esa es responsabilidad de Dios. Muy a menudo estamos enojados, temerosos o abrumados porque estamos tratando de hacer o preocupados por cosas que no son nuestra responsabilidad.

Por lo tanto, confiar en Dios significa aceptar y trabajar dentro de nuestros límites y zonas de responsabilidad.

CUATRO

Confiar en Dios significa aceptar lo que Dios permite.

Aceptar lo que no elegimos, no nos gusta y no podemos cambiar, porque Dios dispone todas las cosas para bien de los que le aman.

Es saber que no importa lo que me pase, Dios vendrá con lo que necesite.

Si reflexionamos sobre nuestro pasado podemos ver tantas veces que Dios se ha ocupado de nosotros. Dios nunca cambia. Él siempre saldrá adelante por ti.

CINCO

La parte más importante de confiar en Dios es la gratitud.

Nos olvidamos de confiar en Dios porque olvidamos que Él está allí, entonces caemos en nuestras viejas formas de autosuficiencia.

Si al menos una vez al día y luego muchas veces a lo largo del día nos detenemos y tomamos conciencia de todo lo que Dios nos ha dado, entonces recordamos que Dios es Dios, el Dador de todas las cosas buenas, y nosotros no somos Dios.

Este simple reconocimiento de que no soy Dios es la mejor manera de aprender a confiar en Dios y la mejor manera de recordar esto es mediante la gratitud continua.

Previous
Previous

Se mi San Valentin

Next
Next

Prioridades