¿Qué diablos está pasando?

Una

La gente a menudo me pregunta: ¿Qué está pasando en el mundo y qué debemos hacer?

Lo que está pasando en el mundo es lo que se resume en dos párrafos del CIC (386 y 675): La humanidad está en proceso de rechazar a Dios y glorificarse a sí misma en lugar de Dios. San Agustín en su libro La Ciudad de Dios lo explica a su manera: “Dos amores han construido dos ciudades: el amor propio, llevado al extremo del desdén de Dios, busca construir la ciudad del hombre; el amor de Dios, llevado hasta el desprecio de uno mismo, busca construir la ciudad de Dios”. La humanidad no cree que el mundo sea lo suficientemente grande tanto para Dios como para ellos, por lo que Dios tiene que irse.

Dios lo permite porque nos hizo libres. Estamos abusando de nuestra libertad y convirtiéndonos en esclavos del pecado. La gente en el mundo se ha vuelto adicta a su lujuria por el placer, la codicia por los bienes terrenales, la comodidad, la buena salud y la seguridad y, finalmente, la autoafirmación, el orgullo y el ansia de poder.

Dos

Entonces, ¿qué vamos a hacer?

Por eso Fátima es tan importante. Hace poco más de 100 años, Dios, a través de María en Fátima, nos dijo precisamente que sucedería todo lo que vemos hoy. Y nos dio el remedio. Nos dijo qué hacer.

13 de junio de 1917

Jesús desea hacerme conocido y amado. Él quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Prometo la salvación a los que la abracen, y esas almas serán abrazadas por Dios como flores puestas por mí para adornar su trono”.

El mes siguiente, el 13 de julio de 1917, María reveló la verdad del Infierno a los tres niños y luego declaró:

Has visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos (de ir al infierno), Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os digo, muchas almas se salvarán y habrá paz.

Ahí está: el plan de Dios en este momento de la historia es salvar al mundo a través de la devoción al Inmaculado Corazón de María.

Tres

La devoción al Inmaculado Corazón de María consiste en cuatro cosas:

1. Consagración al Inmaculado Corazón de María

2. Reza el Rosario todos los días

3. Sacrificio que significa tomar tu cruz y seguir a Jesús. Significa acoger y ofrecer vuestra oración, trabajo, alegrías y sufrimientos por la conversión de los pecadores.

4. Sé un burro de María

una. Vive el estilo de vida sencillo, la amistad, la buena conversación con los demás e invítalos a rezar el Rosario contigo.

Estas cuatro cosas son las principales responsabilidades de los Miembros del Movimiento de la Sagrada Familia. Creamos el Movimiento como una forma para que las personas se unan y se ayuden mutuamente a vivir lo que Nuestra Señora pide. Y es por eso que los invitamos a convertirse en miembros de este Movimiento. Si nos unimos y hacemos lo que Nuestra Señora pide, podemos ayudar a cambiar los acontecimientos mundiales y salvar almas.

cuatro

En la aparición aprobada de Jesús y María a Gladys Quirogo de Motta, esposa y madre de dos hijas, en San Nicolás, Argentina, del 13 de octubre de 1983 al 11 de febrero de 1990, María dijo: “Hija mía, como antes en Fátima, hoy se renuevan mis visitas en la Tierra. Son más frecuentes y más prolongados, porque la humanidad atraviesa momentos muy dramáticos. ¿No ha entendido el hombre que debe estar únicamente al servicio de Dios? Si se resiste, su alma perecerá”.

Y el 30 de diciembre de 1989, Jesús dijo: “Anteriormente, el mundo fue salvado por el arca de Noé. Hoy el Arca es Mi Madre. Por ella se salvarán las almas, porque ella las conducirá a mí. ¡Quien rechaza a Mi Madre, Me rechaza a Mí! Muchos están dejando pasar la gracia de Dios en estos días”.

Cinco

Ayer enfatizamos la importancia de una resolución, algo práctico y concreto para poner en práctica que fluya de tu meditación. Permítanme sugerir una resolución para hoy. Si el Arca es María y estamos tratando de que la mayor cantidad de personas se suba al Arca, una forma sencilla de hacerlo es invitar a otra persona a rezar el Rosario con usted. Pídele al Espíritu Santo ya María que te ayuden, presta atención a su inspiración, luego pídeselo a alguien y déjalo libre para hacer lo que quiera, pero ora y pide.

Cuando empezamos a jugar al baloncesto no debemos empezar con los triples, sino con las bandejas. Tal vez comience pidiéndole a alguien que ya conoce que rece el Rosario con usted; luego, cuando se sienta cómodo, puede invitar a una nueva persona al Rosario.

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