Dependen de Dios

UNO

Ayer, en el Rosario titulado "Dios como Ser Necesario" meditamos sobre una razón realmente sólida por la que podemos saber con certeza que Dios existe.

Todo en el universo viene de, depende de otra cosa, algo fuera de él. Todo nació, evolucionó o se formó a partir de otras cosas.

Cuando dependes de otra cosa para la existencia, entonces no existes necesariamente. De hecho, todo el universo es una colección de cosas que dependen de otras cosas. Todo el universo no es necesario.

Si tomas todas las cosas no necesarias y las pones en un cubo, ¿cómo explicamos su existencia? No con una cosa más no necesaria porque también tendría que ir en el cubo.

La única manera de explicar el universo, todas las cosas no necesarias es apuntar a una cosa necesaria, algo que debe existir, algo que ES existencia. Este es Dios. Dios es el Ser original necesario del cual depende todo lo demás, ¡incluyéndote a ti!

DOS

Estamos abrumados porque no somos humildes.

Ser humilde es admitir que somos seres contingentes. Dependemos de tantas cosas para vivir: Dependemos de Dios para la existencia. Dependemos de los padres, de una comunidad y nación y de la economía y de la atención médica, de la policía, del agua y de un medio de distribución. Necesitamos especialmente a las personas que nos rodean. No somos autosuficientes y no somos seres necesarios.

Nos estresamos y nos abrumamos porque pensamos que todo depende de nosotros. Es todo lo contrario. Dependemos de todo lo demás, ante todo dependemos de Dios.

Así que relájate. Todo no depende de ti. Nadie, especialmente Dios, espera que lleves solo el peso del mundo.

TRES

Para romper el ciclo de estar abrumados necesitamos identificar la causa.

¿Qué es lo que no puedes responder, no puedes arreglar o resolver o controlar que es la causa del estrés, la ansiedad y la preocupación?

Identifíquelos en esta década y tal vez anótelos.

Las cosas que están fuera de tu control o más allá de tu autoridad, entrégalas a Dios.

Las cosas que no puedes cambiar o arreglar, entrégalas a Dios.

Las cosas de las que eres responsable, bueno, tendrás que dejar de postergarlas, pensarlas, tomar una decisión y luego tomar medidas.

CUATRO

Nuestro Padre quiere que usemos los poderes de nuestra alma para crecer y madurar.

Él quiere que pensemos, elijamos y sigamos adelante. Estos son los pasos de Prudencia:

Primero recopilamos toda la información relevante. Tome consejo con aquellos que tienen experiencia y conocimiento en el asunto en cuestión. Ore y busque el consejo de Dios. Sea paciente hasta que obtenga la información relevante que necesita. Luego piensa bien las cosas. Sopesar la evidencia y las opciones de manera justa.

Pero no puedes pensar en algo para siempre. Debes tomar una decisión. Dios no lo hará por ti.

Luego, una vez que juzgues lo correcto, ¡hazlo! Pon tu mano en el arado, sigue adelante y no mires atrás.

CINCO

Confiando en la Providencia de Dios

Dios no quiere que confíes en ti mismo. Pero sí quiere que des los pasos de la prudencia, que pienses, que tomes una decisión y actúes. Esa es su parte.

La parte de Dios es ver todo lo que no puedes ver y, en última instancia, trabajar todas las cosas para bien, especialmente nuestras elecciones y acciones imperfectas.

Solo mantén su parte y tu parte recta.

Así que estad en paz. Nunca estuviste destinado a ser el Ser Necesario que mantiene unido al universo. Eso es Dios.

¡Apóyate en Él y Él te sostendrá!

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